El uso del polígrafo es muy común en procesos de selección, pues acerca a las empresas al mejor talento humano, mostrándoles si el candidato se identifica con la cultura organizacional y ha sido honesto en su proceso.
Pero, a pesar de que muchos trabajadores tendrán esta prueba alguna vez en su vida, son diversos los mitos alrededor del polígrafo, principalmente alentados por la ciencia ficción y las películas de espías.
Para que conozcas sus verdaderas opciones y alcance, te compartimos una serie de preguntas que nos hacen todos los días y sus respuestas a partir del conocimiento científico:
Todos hemos sentido que nuestras manos sudan cuando estamos nerviosos, o que nuestra cabeza se calienta al sentir ira. Esto es porque las emociones desatan reacciones en nuestro sistema nervioso central, que se manifiestan en cambios fisiológicos.
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Igualmente, cuando alguien teme ser descubierto al mentir, sus sistemas simpático y parasimpático se activan, generando reacciones en el cuerpo.
Para identificarlas con la mayor certeza posible, el polígrafo mide:
Estas alteraciones se le muestran de forma gráfica al poligrafista, quien debe interpretarlas para saber si el entrevistado está mintiendo.
Más bien, es un detector de reacciones.
Para conseguir resultados efectivos, el poligrafista debe ser un experto acreditado por instituciones como la Asociación Latinoamericana de Poligrafistas y la American Polygraph Association. Este realizará una entrevista de, por lo menos, 90 minutos, en la que hará preguntas de control y preguntas relevantes.
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El objetivo es que la persona esté lo más tranquila posible para hacer un rastreo confiable de su actividad fisiológica.
Con cada pregunta, el experto interpretará los resultados que le arroje el polígrafo y determinará si hay “reacciones significativas de engaño”, es decir, reacciones físicas que se presentan normalmente cuando una persona está mintiendo.
Seguramente has leído en internet casos de espías que han logrado mentirles a poligrafistas expertos sin ser detectados. En ese caso la respuesta es sí… Considerando que son personas que han tenido entrenamiento de élite durante años para controlar sus reacciones.
Pero en casos normales, como los procesos de selección, esta prueba tiene una efectividad del 90% cuando la aplica un profesional.
También es posible leer otros trucos como esconder una puntilla en el zapato y pisarlo cada vez que se mienta. Sin embargo, lo único que se logra con esto es hacerse daño.
Los expertos conocen estos trucos y saben contrarrestarlos. Además, la tecnología se perfecciona cada vez más para descubrir estas desviaciones voluntarias.
Así es posible identificar que alrededor del 40% de las personas mienten en esta prueba durante un proceso de contratación.
La imagen del interrogatorio detectivesco está muy lejos de la realidad de esta prueba. La función del experto es hacer sentir cómodo al entrevistado y mostrarle que es preferible decir la verdad, aunque quite puntos, a quedar descalificado del proceso por mentir.
Además, para realizar la prueba, el poligrafista debe tener el consentimiento por escrito e informar previamente cuáles serán las preguntas.
Si parte de tu proceso de contratación es pasar por esta prueba, descansa, aliméntate bien y ve emocionalmente tranquilo para que tus resultados sean claros. Además, recuerda que la honestidad siempre será un punto a favor en los procesos de selección.
Silvia Espinosa
Psicofisióloga forense poligrafista / Miembro de la ALP y la APA
Gerente comercial
Globalwork
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