* Este artículo es el resumen del webinar #RHparalaExcelencia: Liderazgo Estratégico en Talento Humano, en el que conversamos con Anabella Capetillo, Gerente de Diversidad e Inclusión de ManpowerGroup Chile, y con Ignacio Casillas, Director de la Regional Caribe y Centroamérica de ManpowerGroup. Puedes ver el webinar completo más abajo en esta publicación.
La mesa en la que se toman las decisiones estratégicas en una compañía está coja si hay personas pensando en finanzas, tecnología, procesos, ventas, mercadeo y comunicaciones, pero no hay una persona que piense en las personas.
En cómo se sienten, qué las motiva, cuán saludables son sus relaciones, cómo pueden realizar mejor su trabajo y en qué aspectos quieren crecer. Una visión completa y estratégica de los individuos que conforman la organización, no solamente un compendio de tareas asignadas a áreas como Nómina o Selección.
La labor de este líder y su equipo es la que permite que el negocio cuente con las personas necesarias para garantizar su futuro, a través de capacidades, principios y valores que pueden desarrollarse si se tiene la intención correcta y constancia en el tiempo.
“Un líder que no es creíble no es sostenible”, dice Anabella Capetillo, Gerente de Diversidad e Inclusión de ManpowerGroup Chile. Y para ser creíble, debe ser íntegro y tener el compromiso irrenunciable de no hacer nada que pueda perjudicar a los demás o aprovecharse de su buena fe.
Sumado a esto, su forma de ser debe estar marcada por la empatía: la capacidad de identificarse con otros y esforzarse por ponerse en su lugar con interés genuino.
“Una de las características que debe tener el líder es la comunicación. El líder debe conversar con su equipo a partir de la empatía. Hay que conocer y entender las condiciones de los colaboradores. No asumir nada de la vida del otro”, dice Ignacio Casillas, Director de la Regional Caribe y Centroamérica de ManpowerGroup.
Como complemento en esta triada, la persona que ejerza el liderazgo en Talento Humano debe ser coherente entre lo que siente, piensa, dice y hace.
“El líder no es el que sabe más, el que gana más, ni el que grita más. Es aquel que logra inspirar y transmitir. Para eso, tiene que ser congruente entre el decir y el actuar”, asegura Ignacio.
La persona que ejerza el liderazgo en Talento Humano es la responsable de construir espacios en los que los objetivos de la compañía se alineen con los propósitos y motivaciones de las personas.
Es aquí dónde las acciones por la diversidad e inclusión toman una gran relevancia haciendo que cada persona sea valorada, reconocida y apreciada por lo que es.
Para entrar en esta discusión, Anabella hace una distinción clave entre los dos términos, pues, aunque suelen ir juntos, no significan lo mismo:
Las empresas deben tomar acciones concretas para potenciar la diversidad más allá del tokenismo, la práctica de realizar pequeñas concesiones superficiales en favor de un grupo tradicionalmente discriminado, pero que no tienen incidencia real en las condiciones ni la jerarquía.
“Hay empresas que, porque tienen mitad mujeres y mitad hombres, creen que son inclusivas. Cuidado con el tokenismo, que es cuando confundes los conceptos de diversidad e inclusión y crees que, porque tienes tu declaración de buenas intenciones y tu política de diversidad es suficiente, pero la gente no siente que se toman acciones concretas”, indica Anabella.
Para superar estos sesgos, es de gran importancia revisar e interpretar todas las estadísticas de diversidad de la compañía, no solo aquellas cómodas. Como dice Anabella, «El dato mata al relato«.
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Más que conseguir seguidores o fans, un líder permite que los principios de los que conversamos previamente se mantengan y se difundan, identificando el potencial de liderazgo en otras personas.
De acuerdo con Ignacio, para detectarlo no se necesita una intuición secreta, sino un método que puede perfeccionarse con el tiempo:
“Desarrollar a un líder es igual que desarrollar un músculo. Necesitas perseverancia, un plan, disciplina, paciencia, pero, sobre todo, conocer el potencial de ese músculo”.
Como complemento, Anabella desglosa este método en cuatro pasos:
En Globalwork hemos desarrollado una Plataforma de Bienestar Emocional en la que los colaboradores pueden recibir acompañamiento de profesionales en Psicología. Conócela agendando una demostración AQUÍ.
Estas características del líder llevan a que él y su equipo sean los garantes del bienestar de los trabajadores, para que se sientan motivados y capaces de desarrollar sus expectativas vitales mientras ayudan a una organización a cumplir sus objetivos.
Y, aunque este compromiso no es nuevo, la pandemia lo hizo más visible y relevante de cara a las instancias directivas: las áreas de talento humano permitieron que los hogares se convirtieran en oficinas improvisadas; contuvieron la incertidumbre colectiva; atendieron las situaciones de ansiedad, duelo y miedo; hicieron los protocolos de bioseguridad; dieron la cara ante los recortes necesarios; planearon el regreso a la oficina; y diseñaron las estrategias para que el personal se adaptara a los nuevos retos.
En resumen, y regresando al concepto con el que empezamos este artículo, ese liderazgo fue uno de los grandes responsables de garantizar el futuro del negocio.
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