*Este artículo es el resumen del webinar ¿Cómo construir un plan de Bienestar en tu empresa?, organizado por Globalwork. Puedes ver la grabación completa al final de esta publicación.
El bienestar laboral es mucho más que un simple término, representa el cuidado genuino de las personas y la importancia de velar por su propio bienestar.
La responsabilidad de promover el bienestar recae tanto en la compañía como en cada individuo. La empresa debe crear un ambiente propicio, un terreno fértil donde florezca la felicidad de sus colaboradores. A su vez, cada individuo debe asumir un papel activo en su propio bienestar.
La colaboración entre la empresa y sus empleados es fundamental para crear un entorno donde el bienestar sea una prioridad compartida, lo que resultará en una fuerza laboral más motivada, comprometida y productiva.
El bienestar no es solo un asunto individual, sino que también tiene un impacto significativo en la sostenibilidad del negocio y la productividad general de la empresa. Cuando se promueve, se crea un ambiente propicio para el cuidado y el equilibrio entre la vida personal y laboral, los empleados se sienten más comprometidos y motivados, lo que se traduce en un aumento en la eficiencia y el éxito de la organización.
Las necesidades básicas ayudan a garantizar el bienestar físico y material de las personas. Estas necesidades pueden ser muy diferentes y diversas según el país, la región, la cultura, el nivel socioeconómico, etc. Por eso, lo mejor es brindar beneficios y elementos diversos que se adapten a cada realidad. Algunos ejemplos de estas necesidades son: salud, transporte, alimentación, educación, cultura, recreación, entre otras. Estas necesidades también están relacionadas con la retención del talento, ya que, si las personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas, difícilmente se sentirán motivadas y comprometidas con la compañía.
Las personas son diversas, tienen diferencias de cultura, género, edad, intereses, preferencias y de momento de vida. Todo esto hace que las necesidades y expectativas de las personas sean muy variadas y cambiantes y, como nos dice Marcela Quitián, Gerente Corporativa de Talento Humano de Hoteles Decameron, “no hablamos de que todos tengamos lo mismo, sino que todos tengamos lo justo en la medida de las posibilidades”.
Por eso, no tiene sentido que una compañía ofrezca unos beneficios estándar para todos, sino que debe ofrecer beneficios a la carta, es decir, que cada persona pueda escoger los beneficios que más se ajusten a su situación y a sus deseos y en cuanto la empresa tenga la posibilidad, brindárselos. Así, se logra una mayor satisfacción y aprovechamiento de los recursos.
La diversidad y la convivencia de diferentes generaciones representan un desafío significativo debido a sus múltiples y variadas características. No se trata de imponer nuestras propias creencias, consideraciones o preferencias, sino de comprender y satisfacer las necesidades específicas de cada individuo y equipos.
Como nos cuenta Adriana García, Head of People Care & Happiness Colombia y Centroamérica de Enel Group, “no se busca igualdad sino equidad, no a todos les podemos dar lo mismo. Tenemos el mismo propósito y lo podemos dar de manera diferente, teniendo en cuenta el rol de cada persona en la compañía y un poco sus necesidades y expectativas”.
Escuchar activamente es clave para que las acciones que emprenda la empresa realmente agreguen valor y sean efectivas. Es fundamental dejar a un lado nuestras suposiciones personales y estar dispuestos a implementar planes que se ajusten a la realidad de cada persona dentro de la organización. Al abrirnos a esta perspectiva, podremos diseñar estrategias que funcionen genuinamente y sean apropiadas para todos, fomentando así un ambiente inclusivo y enriquecedor para cada miembro de la empresa.
Para identificar el bienestar definido por los colaboradores de cada compañía, se pueden hacer encuestas en las que se pregunte a las personas qué es lo que más valoran y qué es lo que más les preocupa. Según los resultados de estas encuestas, se pueden establecer unos pilares de bienestar, que son los aspectos más importantes y relevantes para ellos.
Estos pilares pueden variar según el contexto, pero como nos contó Adriana García, se pueden agrupar en tres categorías:
Los beneficios no monetarios son los que actualmente están generando más diferencia y más retención del talento, ya que, más allá del salario, las personas buscan cuidado integral y una armonía entre la vida laboral y personal.
La retención del talento es una pieza clave en el rompecabezas del bienestar laboral. Las empresas deben esforzarse en retener a sus mejores colaboradores, proporcionándoles un ambiente en el que se sientan contentos y cómodos. La fidelización del talento está relacionada con la satisfacción laboral y el sentido de pertenencia.
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El concepto de bienestar ha evolucionado a lo largo del tiempo. Antes se refería netamente a las fiestas, los regalos de los niños o fechas conmemorativas; luego evolucionó a calidad de vida muy enfocado en conciliación y hoy día ha evolucionado a un cuidado integral, cuidarnos entre nosotros para cuidar los resultados de la compañía. Como nos dice Marcela Quitian de Hoteles Decameron, “administrar la cultura desde el cambio”.
Cuando la compañía realmente se preocupa por el bienestar de sus empleados, estos sienten una profunda gratitud hacia la empresa. En momentos de dificultad o desafíos, demuestran una increíble resiliencia y compromiso, ya que reconocen que la organización también ha estado allí para ellos en sus momentos de necesidad. El cuidado brindado por la empresa no solo impacta en el empleado individualmente, sino también en sus familias, generando un sentido de seguridad y confianza que se refleja en su trabajo diario. Un empleado que se siente cuidado y valorado por la empresa, está más motivado y dispuesto a contribuir de manera significativa al crecimiento y éxito de la organización.
Es crucial entender que el bienestar de los empleados no es un gasto, sino una inversión en el futuro de la empresa. Algunas de las acciones con mayor impacto no requieren grandes costos económicos, como por ejemplo, ofrecer flexibilidad en el trabajo. Cuando las personas se sienten bien en la compañía, están más dispuestas a contribuir al crecimiento y éxito de la organización.
El área de Recursos Humanos debe ser estratégica y centrarse en agregar valor a la compañía, más allá de funciones operativas. Entender el modelo de negocio y las metas de la organización permitirá crear estrategias de bienestar que se alineen con los objetivos corporativos. Estas estrategias no siempre tienen que ser económicas, sino que pueden estar basadas en reconocer y responder a las necesidades de los empleados.
Como nos cuenta Adriana García de Enel Group, “entendiendo el tema de los recursos, hay que priorizar, hay que entender también qué tiene impacto para las personas. Muchas veces lo que más impacto tiene, no tiene que ver con un costo monetario asociado, como el tema de la flexibilidad”.
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El bienestar no es un tema aislado ni secundario, sino que debe estar alineado con la estrategia de la compañía, con sus objetivos, su misión y su visión. Para hacer esto, se deben identificar cuáles son esos tipos de bienestar que como compañía queremos apoyar y promover, cuáles son los pilares que nos definen y nos diferencian. Estos pilares deben ser claros, coherentes y comunicados a toda la organización.
Como nos dijo Adriana García de Enel Group, “la diversidad se ve en el cómo, pero las metas son las mismas para todos: lograr el bienestar integral de las personas y de la compañía”.
Cuando el trabajo tiene un propósito significativo y está alineado con los intereses y valores personales de cada individuo, el bienestar y la productividad se ven impulsados. Las compañías deben conectar el propósito individual de los empleados con el propósito de la empresa para crear un entorno en el que todos se sientan comprometidos con su labor.
El cambio de cultura es un proceso que implica a todos los niveles de la organización, pero especialmente a los líderes, que son los que tienen el poder de influir y de dar el ejemplo. El cambio de cultura requiere que todos entremos en la misma sintonía y confiemos en las personas, que todos sintamos que tenemos el mismo disfrute y derecho de los mismos recursos, que no haya favoritismos ni discriminaciones.
Para lograr esto, se debe trabajar en los líderes para que se empoderen y entiendan el impacto que tiene el bienestar en el desempeño y la satisfacción de las personas y que todos los empleados lo puedan disfrutar de igual manera. Este es un gran reto, pero también una gran oportunidad. La diversidad también implica reconocer y atender las diferentes necesidades de todas las personas, para lo cual hay que preguntar, escuchar y actuar. Cuando se identifiquen estas necesidades, se pueden crear estrategias en pro de mejorar el bienestar.
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El bienestar en el ámbito laboral es un concepto en constante evolución y debe ser considerado como un factor clave para el éxito empresarial. Ofrecer un terreno fértil para el bienestar de los empleados y empoderarlos para que ejerzan su propio bienestar, se traduce en empleados más felices, comprometidos y productivos.
Como dice Adriana García de Enel Group, “las empresas no existen sin las personas. Los que logran los resultados, somos las personas”. Por eso, las estrategias de bienestar deben ser integrales, adaptadas a las necesidades individuales y enfocadas en generar un impacto positivo tanto en el ámbito personal como en el laboral. La inversión en el bienestar no solo beneficia a los empleados, sino que también contribuye al crecimiento y sostenibilidad del negocio en el largo plazo.
Aquí puedes ver el webinar completo ¿Cómo construir un plan de Bienestar en tu empresa?
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