Las situaciones de contingencia y especialmente la coyuntura actual, han obligado a las empresas a la suspensión total o parcial de actividades productivas y a la implementación de nuevas estrategias para adaptarse a este nuevo orden. ¿Hay caída de los ingresos? Sí. ¿Dificultades? Sí. Ahora, lo que queda por preguntarse es: ¿Cómo adaptarnos y reinventarnos?
Aunque parezca extraño, la situación actual, lleva a las empresas a REINVENTARSE, CREAR, REDISEÑAR y fusionar: lo que quieren ser y lo que deben ser para continuar creciendo en un mercado altamente competitivo.
Y sí, esta contingencia hace un llamado a la creatividad, a la transformación de problemas en oportunidades, dando paso a nuevas estrategias empresariales de adaptación, como teletrabajo o trabajo remoto, mayor creatividad y fuerza en el marketing a través del uso de redes sociales, cambio de tiendas físicas a virtuales, entre otras.
Sin embargo, estos cambios se presentan con mayor exigencia obligando a los colaboradores y líderes empresariales a producir igual o mayor de lo que producían antes, pero ahora en un espacio y contexto diferente: el teletrabajo. Estrategia que reúne dos aspectos importantes de la vida de cada ser humano: familia (personal) y trabajo (laboral), y que a su vez implica una alta probabilidad de riesgos psicosociales a causa de la susceptibilidad en el funcionamiento mental existente entre el colaborador, el entorno y los nuevos retos.
Cuando hablamos de riesgos psicosociales en el trabajo, hacemos referencia a todos aquellos riesgos para la salud mental, física y social de los colaboradores. Estos riesgos pueden ser desatados por factores como: intensidad de las jornadas de trabajo, omisión por parte de los líderes de los contextos familiares de sus colaboradores (personas con varios niños, cuidadores de familiares enfermos, familiares con COVID-19, preexistencias de enfermedades mentales entre otros), turnos de trabajo, exigencias emocionales y mentales por parte de los líderes, comunicación difusa entre los equipos de trabajo, acosos y violencias.
Una de las principales estrategias empresariales, es hacerles frente a los riesgos psicosociales de sus colaboradores con el fin de garantizarles bienestar integral para cumplir sus labores a cabalidad y generar mayor productividad como lo necesita la empresa.
Frente a esto es importante:
“Los problemas no se halagan ni se acarician, se enfrentan como desafíos que abren la puerta a la reinvención”
Viviana Vallejo Rendón.
MBA en administración y direccionamiento de empresas
Consultora empresarial en Talento Humano.
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